Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





sábado, 18 de febrero de 2012

In Fieri

Hace pocos años tuve la gracia de visitar Estambul, preciosa ciudad, a su vez caótica y serena. Antigua capital de tres imperios: romano, bizantino y otomano; es la ciudad mas grande de Turquía. Entre las visitas guiadas, fui a la Basílica de Santa Sofía (símbolo de Estambul), cuya historia me llevó a la primera mitad del s. XIII cuando era la iglesia del Papa. Mas tarde, a mediados del s. XV, fue tomada por el imperio Otomano y convertida en mezquita.
Cuando vas acercándote a ella, sobrecoge su inmenso volumen con sus cuatro minaretes y su extraordinaria cúpula de mas de 30 metros de diámetros, su perfil se queda impregnado en tu mente y ya es algo que nunca olvidarás. Se encuentra en el punto mas alto de Estambul y, si te has quedado atónito en su visión externa, aún te impresiona mas cuando visitas su interior. Las dimensiones de la sala principal (70x74 metros), con una iluminación difusa, enormes medallones decorativos y sus columnas monolíticas que te dejan con la boca abierta.
En la segunda planta de la basílica se encuentran diversos mosaicos de gran interés histórico. La temática es fundamentalmente religiosa pero no se descuida el aspecto propagandístico del poder, con sus pequeñas o grandes teselas, que combinan unos juegos muy coloristas e impactantes. Donde los artistas te muestran, con total minuciosidad, hasta los mas ínfimos detalles de los rostros representados, vestimentas, joyas, paisajes, etc. El mosaico más destacado muestra al emperador Constantino y a la emperatriz Zoe adorando a Cristo.
Este mosaíco data del s. XI Cristo Pantocrátor, vestido con la túnica azul oscuro (como siempre la costumbre en el arte bizantino), está sentado en el centro sobre un fondo dorado, dando su bendición con la mano derecha y sosteniendo la Biblia en su mano izquierda. A ambos lados de su cabeza son los monogramas IC y XC (cristograma o representación simbólica de la figura de Cristo). Está flanqueado por Constantino IX Monómaco y la emperatriz Zoe, ambos en trajes de ceremonia. Se está ofreciendo una cartera, como símbolo de la donación que hizo a la iglesia, mientras que ella está sosteniendo un pergamino, símbolo de las donaciones que hizo.
Estaba ante una de las representaciones mas famosas y su visión me hizo recapacitar en lo que el mundo ha cambiado, el artista o artistas se habían implicado en la obra casi diez siglos antes de que yo pudiera recrearme con ella. Zoe, emperatriz del imperio bizantino que antes de casarse con su tercer y último marido Constantino IX, había llevado una vida de intrigas, amantes y asesinatos. Terminó sus días abandonada por su marido y dilapidando el Tesoro del Estado. Allí la tenía ante mi, estaba como soñando disfrutando de todo aquello, cuando de pronto detrás de mi había una pareja italiana que daba muestras de su aburrimiento, no podía comprenderlo y dirigiéndome a ellos les pregunté ¿no os gusta? Y el hombre me dijo ¡no!, está “in fieri”. Para esta pareja, la magnifica obra de teselas colocadas con gran brillantez y colorido perfectamente dispuesto, la consideraban “por hacer”, es decir toda la maravilla allí representada estaba incompleta por el mero hecho de que algunas teselas se habían deteriorado por el tiempo o tenía algún pequeño trozo de la figura de Zoe incompleto.
¡Cuánta insensatez!, la obra visitada por millones de personas a lo largo de su vida, aclamada por artistas, escritores, pintores, arquitectos, museístas etc., no representaba para ellos nada, estaba in fieri, estaba por acabar. Al instante me vino a la cabeza la grandeza de ser humano capaz de realizar grandes obras en la vida, grandes proezas, sacrificios, entregas, etc., y que por un descuido en su vida, está “in fieri”. ¿No es triste? Pero a su vez denota exigencia, lo malo es que los exigentes suelen serlo con los demás y nunca con ellos mismos. ¿Qué sería de nuestras vidas si por un pequeño “roto”, en nuestro quehacer, no reconocieran la belleza de lo vivido?   Menos mal que quién nos tiene que juzgar no piensa como nosotros.

Artículo de José Antonio Puig Camps para blog 16.02.2012

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