Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





viernes, 26 de mayo de 2017

UNA JAULA DE GRILLOS



Los españoles que nacimos entre los 40 y 60, del siglo pasado -¡madre mía del siglo pasado!-, solemos reaccionar ante la situaciones que vamos viviendo día a día de forma sorpresiva como si realmente hubiéramos nacido más tarde. Digo esto, porqué si ya somos de cierta edad deberíamos estar acostumbrados a que la condición humana nos hace vivir siempre en perpetuo sobresalto. Un sobresalto que, en muchas ocasiones, nos hace revivir momentos del pasado, un “dèja vu”, un ya vivido o visto, donde el acontecimiento vuelve a acontecer como si el tiempo no hubiera pasado. Muchos de los hechos que actualmente estamos viviendo son un volver a empezar, una repetición de la asignatura que nunca se aprobó adecuadamente y surge una u otra vez, sin capacidad de ser aprobada. Son sucesos, tantas veces repetidos, que han hecho que me viniera a la mente que nuestra sociedad es una jaula de grillos.
Todos los ciudadanos solo queremos ser escuchados, pero que poco capaces somos de escuchar a los demás. Hemos construido una sociedad donde no dejamos de opinar, de hablar sin cautela de lo que decimos, de dar información sesgada, de aceptar todo sin pudor alguno. Un lugar donde, al igual que en una jaula de grillos, hay mucho alboroto y que resulta difícil entenderse y poner orden. Todo esto viene al caso de los continuos mensajes que el pueblo español está recibiendo sobre la activación de la secesión de Cataluña del resto de España. El President de la Generalitat de Catalunya, Puigdemont, envía una carta al Presidente del Estado Español para dialogar sobre los términos y las condiciones del referéndum, eso sí, previa condición de que el Sr. Rajoy acepte que se haga un referéndum (¿?).
El Presidente del Gobierno de España, como respuesta a esa misiva, le dice que lo que el pide debe exponerlo en la Cámara o Parlamento de España, pues él no tiene autoridad para aprobar ese tipo de petición. Es tal el alboroto que el Govern de Catalunya, y el resto de independentistas, han montado que, como en toda jaula de grillos, no hay manera de entenderse. Incluso dentro del bloque soberanista las tensiones son cada vez mayores, convirtiéndose en una competición por ver quién va más allá en sus planteamientos, y han actuado como catalizador para acelerar un viaje sin retorno. Así, la mayoría independentista del Parlament ha impuesto ya una reforma del reglamento que permitiría la aprobación exprés del texto en trámite de lectura única, de tal manera que en tan solo 48 horas, sin capacidad de reacción por parte de la oposición, la independencia se pondría en marcha. Con esta forma de definir el “dialogo”, no es de extrañar que muchos digamos: ¡Que paren el mundo, que me apeo!
Para mayor sorpresa, éste grupo soberanista ya no escucha ni siquiera al pueblo soberano catalán, a esos a los que machaconamente aluden para que se acepte el referéndum. Digo esto, porqué según los datos del PAIS (24-05-17) –encuesta de Metroscopia-, las maniobras de la Generalitat para aprobar sin apenas debate las leyes de ruptura desagradan al 67% de los encuestados. Ésta sin razón soberanista, este largo proceso, nos llevará a tal absurdo que desembocará en un delirio peligroso. Un delirio o desvarío, que en palabras del dramaturgo catalán Albert Boadella, solo tiene una única terapia de shock que pueda curarlo: la suspensión de la autonomía catalana.
Esta terapia de shock que muchos hemos pensado, debe de ser advertida públicamente. Una advertencia que haga recapacitar en las causas que esa deriva catalanista está poniendo sobre la mesa. Muchos empiezan a querer salir de esta jaula de grillos. Los empresarios catalanes exigieron este jueves (26-05-17) a Carles Puigdemont que respete la legalidad y acepte el envite de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para acudir al Congreso a explicar su propuesta de referéndum. Por desgracia, aún son muchos los que se encuentran parapetados en las trincheras de la discordia, su falta de preparación les hace sentirse más fuertes en la jaula que fuera de ella y, lo que es peor, con sus actuaciones a través de cualquier medio están impidiendo que la ciudadanía, ya acostumbrada a vivir en esa jaula de grillos, tome la decisión de abrir la puerta de ese trullo y salga a revindicar lo que realmente piensa, única manera de poder, de una vez por todas, dar respuestas coherentes a los anhelos del corazón humano.


José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Twitter: @japuigcamps
Publicado 26-05-2017

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